Hoy pensaba, mientras miraba mi vida en retrospectiva, si realmente soy Feliz o simplemente estoy Contento.
Para empezar vamos a definir un poco las diferencias entre una y otra, según Real Academia.
«Contento» es una emoción más bien pasajera y de intensidad moderada. «Feliz» es una emoción más profunda que trasciende el momento y la circunstancia.
La felicidad es el estado emocional de una persona feliz; es la sensación de bienestar y realización que experimentamos cuando alcanzamos nuestras metas, deseos y propósitos; es un momento duradero de satisfacción, donde no hay necesidades que apremien, ni sufrimientos que atormenten.
Contento: “El que se contiene en sí y no va a buscar otra cosa”. Indica sentirse satisfecho con lo que se tiene. La alegría es una emoción amistosa o una sensación de satisfacción o felicidad de duración limitada. A menudo se toma como sinónimo de felicidad o placer.
Si tuviéramos que medir nuestra felicidad y siendo un ciudadano promedio de este planeta, podemos decir que momentos buenos, felices y tranquilos; menos momentos malos, tristes y adversos, nos daría mas o menos cuan felices somos.
Ahora en palabras de la ciencia, la felicidad «se mide»; y se llama bienestar subjetivo percibido.
Básicamente dice que en función a la realidad que nosotros percibimos, que no es ni la real, ni la que el otro observa; simplemente es la que nosotros construimos; podemos determinar nuestras condiciones de bienestar de acuerdo a su calidad de vida (disfrutamos lo que tenemos?), no confundir con nivel de vida (lo que tenemos materialmente).
La calidad de vida es igual a la diferencia entre tu expectativa y tu realidad. Y dependiendo de lo grande o pequeña que sea la diferencia, se determinara tu nivel de satisfacción, que no será ni mas ni menos que tu nivel de felicidad.
Los economistas dicen que la felicidad tiene forma de U.
Arranca a los 20, donde tenes un futuro, tenes sueños, tenes un montón de cosas por construir.
Después viene la realidad o famosa crisis de los 40, que es entre los 40 y 50 años. Las cuestiones se complicaron. Que si hemos desaprovechado nuestro potencial, que si no hemos alcanzado ninguno de nuestros objetivos, que si necesitamos darle un nuevo impulso a nuestra existencia…
Por suerte a las 60 volvemos a retomar nuestro camino al grado máximo de felicidad. Por que valoras lo que tenes, no queres mas, te alcanzan los amigos. Te das cuenta de aquello que merece la pena.
“Es una de las constantes de la vida humana”, señalaba Oswald. “Tarde o temprano todos vamos a terminar deslizándonos por el tobogán de la U, para bien o para mal”
La felicidad no te llega, se busca y la encuentras cuando en medio de la adversidad la vida tiene sentido.
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