Querida casa,
Hoy es un día que jamás pensé que llegaría, un día lleno de sentimientos encontrados. No nací bajo tu techo, pero llegué a ti siendo tan pequeño que te convertiste en el único hogar que conocí. Desde entonces, has sido mucho más que paredes y ventanas. Eres el escenario de todos mis recuerdos más preciados, esos que con el tiempo se vuelven más valiosos. Aquí di mis primeros pasos, sentí las primeras caricias de mamá y papá, y compartí secretos inquebrantables con mi hermana, construyendo mundos imaginarios entre tus paredes.
Cada rincón de ti guarda una historia. El jardín donde jugábamos hasta el anochecer, las habitaciones que fueron testigos de mis sueños y mis pesadillas, la cocina donde el aroma de la comida casera marcaba el ritmo de los días, y la sala donde nos reuníamos, sin saber que esos momentos simples serían los más valiosos.
Hoy, a un día de mi cumpleaños, el destino quiso que te despidiéramos. Y no puedo evitar sonreír, aunque las lágrimas están a punto de brotar. Es como si el universo hubiera hecho un guiño, regalándome esta despedida tan simbólica, como si quisiera recordarme que la vida avanza, que todo cambia, pero que lo que construimos en ti siempre vivirá en mi corazón.
Mamá, papá, sé lo que esta casa significa para ustedes. Aunque no fue el primer hogar, fue el lugar donde realmente construyeron una vida para nosotros. Cada rincón lleva el esfuerzo y el sacrificio que hicieron para darnos un lugar lleno de amor y seguridad. No sólo levantaron una casa, sino un refugio que nos cuidó y protegió a todos estos años.
Hoy sé que sienten tristeza por la despedida, y es natural, pero quiero que sepan que el hogar que crearon aquí no se va con la venta de estas paredes. Todo lo que construyeron sigue vivo en nosotros, en los recuerdos, en el amor que compartimos y en cada enseñanza que nos dejaron dentro de estas paredes. Lo que nos regalaron en esta casa no desaparece, simplemente se transforma y sigue con nosotros allá donde vayamos.
Lloramos hoy, sí, porque es el cierre de un capítulo enorme. Pero también debemos sonreír, porque el legado de lo que hicieron aquí vivirá por siempre en nosotros. Gracias, mamá y papá, por haberla llenado de tanto amor y por haber convertido esta casa en un verdadero hogar.
La despedimos hoy, pero lo que nos dio lo llevamos por siempre en el corazón.
Con todo mi amor, Yo
