La evolución tecnológica conlleva la aparición de nuevas herramientas de gestión, soporte y el desarrollo de nuevos modelos de negocio.
Estas nuevas formas de trabajo hacen que la adquisición de nuevas competencias sea una de las claves para adaptarnos a los procesos de cambio que se están llevando a cabo en la forma de trabajar de las organizaciones y, además, nos ayudan para poder acceder y estar actualizados en el mercado laboral.
Una de esas competencias fundamentales en esta nueva situación profesional es la capacidad analítica para la toma de decisiones. Es fundamental que sepamos qué es el pensamiento crítico y cómo poner en marcha algunas técnicas fundamentales para la toma de decisiones.
Capacidad analítica: características, criterios y habilidades clave.
¿Qué es la capacidad de análisis?
La capacidad de análisis es la habilidad para identificar, comprender y evaluar situaciones para tomar decisiones más acertadas al descomponer cada situación en partes más asequibles que son identificadas, categorizadas y analizadas por separado, determinando alternativas de viabilidad teniendo en cuenta niveles de calidad y eficiencia.
Características del pensamiento analítico.
El pensamiento analítico relaciona lógicamente las diferentes partes de una situación, consiguiendo formular hipótesis, reformular dicha situación y plantear nuevas estrategias.
Se caracteriza por ser:
Disgregador: Llega a la solución trabajando partes más pequeñas.
Secuencial: Sigue una estructura organizada y planificada.
Resolutivo: Se orienta a la acción. Busca viabilidad.
Habilidades analíticas importantes.
Estos son algunos ejemplos de habilidades que intervienen en la capacidad de análisis:
Habilidades de recolección de información: Implica la capacidad de distinguir lo relevante de lo que no lo es, capacidad de organizar la información, capacidad para distinguir fuentes fiables, etc.
Habilidades de pensamiento lógico: Se refiere a un razonamiento causal donde partiendo de varias premisas, se llega a una conclusión que puede determinarse como verdadera, falsa o posible. Estas habilidades incluyen la capacidad para determinar el origen de una situación, la capacidad para establecer relaciones causa-efecto, etc.
Habilidades de pensamiento estratégico: Es la capacidad para saber lo quiero conseguir y cómo lograrlo. Ejemplo: la visión, la priorización, la flexibilidad, etc.
Habilidades de atención al detalle: Prestar atención significa enfocarse en una acción, tarea o cosa. Esta habilidad se relaciona con la organización, la gestión del tiempo, la escucha activa y la observación entre otros.
Criterios para el pensamiento analítico.
La capacidad analítica nos permite trabajar de forma reflexiva evitando el sesgo.
Sus criterios son:
Relevancia: Conectado con el tema central y enfocado en lo importante.
Claridad: comprensible, se puede entender el significado.
Exactitud: Preciso y sin distorsiones.
Profundidad: No se queda en lo superficial. Entra en el fondo de la cuestión.
Amplitud: Tomando en cuenta diferentes puntos de vista.
Imparcialidad: Libre de consideraciones subjetivas y prejuicios.
Puesta en práctica del pensamiento analítico en la toma de decisiones.
Puesta en práctica.
Seguir un procedimiento de análisis nos permite formularnos las preguntas clave y seguir una estructura lógica que nos ayude a llegar a las conclusiones.
Identifica el problema/piensa el propósito: toma conciencia de la existencia de una situación que puede mejorar o requiere la toma de una decisión.
Plantea preguntas: formula preguntas claras y precisas que ayuden a enfocar la situación.
Recoge información: para responder a las preguntas, apóyate en datos y evidencias recogiendo información clara, exacta y relevante.
Libérate de injerencias personales: mantén la imparcialidad. Analiza tus creencias y suposiciones, y neutraliza aquellas que no estén fundamentadas empíricamente.
Considera otras perspectivas: sé consciente de las fortalezas y debilidades de tu punto de vista y valora otras perspectivas distintas a la tuya.
Clarifica conceptos: identifica conceptos clave y explícalos con claridad y precisión.
Verifica conclusiones: comprueba que las interpretaciones y conclusiones a las que llegas sean consistentes entre sí y se basen en evidencias empíricas.
Prevé consecuencias: piensa en las implicaciones directas o colaterales que puede provocar nuestra decisión.
Pensamiento crítico y toma de decisiones
¿Qué es la capacidad crítica?
Capacidad crítica es la habilidad para evaluar datos y líneas de actuación, así como para tomar decisiones lógicas de una manera imparcial y desde un punto de vista racional. Implica analizar y evaluar la información de manera independiente, sin sesgos externos.
El pensamiento analítico está íntimamente relacionado con el pensamiento crítico, constituye una de sus bases.
El pensamiento crítico es útil para:
Evaluar argumentos.
Identificar inconsistencias y errores en el razonamiento.
Replantear nuestras propias creencias y valores.
Detectar sesgos.
El proceso del pensamiento crítico.
Para pensar críticamente acerca de un tema primero debemos tener suficiente conocimiento.
Adoptar una actitud crítica: Mente abierta, humildad intelectual, confianza en la razón, librepensador y perseverancia.
Detectar barreras y prejuicios: Debemos ser conscientes de aquello que bloquea la claridad, la precisión y la equidad.
Identificar y caracterizar argumentos: Para pensar críticamente es fundamental reconocer y construir argumentos, es decir, presentar razones que apoyen una conclusión.
Evaluar fuentes de información: La validez de un argumento dependerá de la validez de las fuentes de información en las que se apoye.
Evaluar argumentos: Finalmente se evalúan los argumentos comprobando los supuestos, determinando si el razonamiento es relevante y confirmando si hay información omitida.
Recomendaciones para mejorar la capacidad analítica-crítica.
Comprueba la validez de las fuentes de información.
Revisa los datos con imparcialidad.
Cuestiona tus suposiciones.
Contempla otros puntos de vista.
Simplifica en partes más asequibles que podamos relacionar lógicamente.
No te atasques en los detalles. Aunque debemos analizarlos, pueden desviar nuestra atención. No pierdas de vista lo importante.
Procura tener varias opciones para cada situación.
Técnicas de análisis.
Estas son algunas técnicas que nos pueden ayudar a descomponer en partes más simples una situación para facilitarnos la toma de decisiones:
Línea de tiempo
Diagrama de flujo
Análisis DAFO
Mapas mentales
Línea de tiempo.
La línea de tiempo permite ordenar una secuencia de eventos o hitos, de tal forma que se visualice con claridad la relación temporal entre ellos.
Para ello debemos identificar primero los eventos y fechas, ubicarlos en orden cronológico, seleccionar los hitos más importantes para agrupar eventos similares, determinar la escala de visualización y plasmarlo en un diagrama.
Es útil para analizar:
Causas y consecuencias.
La evolución de un acontecimiento.
Las relaciones entre fechas.
Sucesos y personas.
Reconocer patrones o identificar tendencias.
Diagrama de flujo.
El Diagrama de flujo es una representación gráfica que nos permite mostrar una secuencia de pasos de un proceso. Utiliza símbolos para identificar el tipo de proceso y suele insertar preguntas que generan varios caminos.
Es útil para:
Analizar cómo se relacionan entre sí diferentes elementos.
Entender el funcionamiento de un proceso.
Identificar el flujo.
Análisis DAFO.
Es una herramienta de análisis estratégico que nos permite analizar una situación posibilitando obtener un diagnóstico que facilite la toma de decisiones de acuerdo a nuestros objetivos. DAFO es
el acrónimo de Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades.
De esto podemos deducir que nuestro análisis debe contemplar dos aspectos: el interno (por ejemplo nuestra organización) y el externo. Los factores internos (Fortalezas y Debilidades) son inherentes a nuestra organización y se pueden controlar y modificar. En cambio, los factores externos (Oportunidades y Amenazas) no se pueden controlar ni modificar. Lo podemos representar en una matriz.
Es útil para:
Analizar situaciones complejas.
Formular objetivos a corto plazo.
Establecer estrategias que permitan superar debilidades, resaltar fortalezas, evitar amenazas y aprovechar oportunidades.
Mapas mentales.
Los mapas mentales son herramientas útiles para representar visualmente ideas a través de una estructura orgánica radial compuesta por nodos conectados entre sí.
Para elaborarlo primero pondremos el tema principal en el centro y a su alrededor iremos colocando las ideas relacionadas en el sentido de las agujas del reloj, dando prioridad a las que estén más relacionadas con el tema.
Es útil para:
Abordar problemas complejos esquematizandolos y mostrando diversas perspectivas.
Hacer lluvias de ideas o activar la creatividad.
Descubrir relaciones entre distintos elementos.
Toma de decisiones.
¿Qué es la toma de decisiones?.
La toma de decisión es la capacidad para elegir entre varias alternativas aquellas que son más viables para la consecución de nuestros objetivos.
La decisión debe basarse en una valoración donde se sopesa el grado de certidumbre y el riesgo. Deberemos determinar el impacto positivo y negativo de cada solución, comparando entre ellas.
Técnicas para la toma de decisiones.
Los métodos más utilizados para la toma de decisiones en grupo son por mayoría o por consenso.
Técnica del escalador.
La idea es razonar como lo haría un escalador. En lugar de comenzar por la base de la montaña empezaríamos por la cima.
Primero se define el objetivo fraccionandolo en micro-objetivos, avanzando hacia atrás, hasta llegar al primer y más pequeño cambio que debemos realizar.
Técnica de los pequeños pasos.
Esta técnica consiste en plantearnos micro objetivos que nos ayudarán a conseguir el objetivo final.
Un ejemplo: al tomar una decisión como la de cambiar nuestro modelo de negocio con esta técnica nos centraríamos en implementar la decisión paso a paso comenzando, no realizando una transformación global, sino de forma segmentada centrándonos en perfiles o en áreas con proactividad al cambio y paso a paso haciéndola extensiva de manera natural al resto de la organización.
Técnica de las decisiones predecibles.
Esta técnica está relacionada con la fijación de hábitos, rutinas o, en el ámbito profesional, protocolos para decisiones que debemos tomar prácticamente a diario que son predecibles y forman parte de nuestra rutina.
Por ejemplo, establecer reuniones de máximo 30 minutos de duración llevando un orden del día preestablecido y consensuado con el resto de los asistentes.
Técnica de “si/entonces” para decisiones impredecibles.
Atiende a situaciones que pueden o no pueden darse pero, que en el caso de que se dieran, tendríamos un plan para afrontarlas.
Por ejemplo, si sufres continuas interrupciones en tu trabajo o te desconcentras con el ruido de ambiente plantéate que si en un tiempo determinado no avanzas con un trabajo, buscar un espacio tranquilo que te lo permita.
Recomendaciones para la toma de decisiones.
Ten en cuenta tus objetivos: A la hora de tomar una decisión debemos tener claro lo que queremos.
Conoce bien las opciones: Asegúrate de tener en cuenta todas las opciones y de disponer suficiente información.
Ten presente las consecuencias: Piensa las consecuencias positivas y negativas de cada opción y las posibles relaciones causa-efecto de nuestras acciones.
No elijas la alternativa más cómoda: El miedo al cambio nos puede llevar a tomar malas decisiones. El cambio puede suponer cierto nivel de riesgo pero debemos evaluar si merece la pena afrontarlo.
Una vez tomada la decisión, piensa un plan de acción.