La suerte puede ser definida como el resultado positivo o negativo de un suceso poco probable.
Según Wikipedia y la Real Academia Española, a la suerte se la define como el resultado positivo o negativo de un suceso poco probable. Aunque realmente hay muchas formas distintas de ver la suerte o de referirse a la misma. Cuando se utiliza el término, en los que varían desde percibir suerte como una cuestión del azar, hasta atribuir a explicaciones de fe o superstición, como la organización sobrenatural de los sucesos afortunados y desafortunados.
En occidente la dividen en 4 tipos: Suerte Ciega, Suerte Entrópica, Suerte Descubierta y Suerte Inteligente. Pero en oriente, según la Filosofía China existen 3 tipos de suertes: la Suerte de la Tierra, la Suerte del Hombre y la Suerte del Cielo.
La Suerte Ciega.
Este es el tipo de suerte que es completamente accidental. Se llama suerte ciega porque aparece en nuestra vida de una manera que nunca vimos venir y sin ningún esfuerzo de nuestra parte.
La “suerte ciega” muchas veces la podemos atribuir a Dios o a la vida por fe, aunque si la vemos desde el punto científico necesitamos definirla como una serie de casualidades donde no tuvimos ningún (o extremadamente poco) control.
La Suerte Entrópica.
Este es el tipo de suerte que activas cuando entras en movimiento. Dicho en otras palabras, haces tanto esfuerzo, lo intentas tantas veces, trabajas tan duro, das un paso más y un paso más y un paso más y en cada paso aumentas tus probabilidades de que la suerte te toque.
Escuchamos frases como “hizo su propia suerte” o “suerte es igual a trabajo duro” refiriéndose a que mientras más entropía generas (movimiento de partículas), más probabilidades tienes de que la suerte esté de tu lado.
Un vendedor que hace treinta nuevos contactos cada día en vez del que se conforma con hacer sólo dos, coloca las probabilidades a su favor. La persona que se queda una hora más en la oficina (o llega más temprano), el individuo que hace una repetición adicional en el gimnasio, la que decide leer un libro o hacer un curso en vez de sumergirse en la televisión. Todas estas acciones son acciones que incrementan las probabilidades, que aumentan la entropía y, en consecuencia, llega un momento donde es “casi” probabilísticamente imposible que la suerte no nos toque.
Ameet Ranadive comenta lo siguiente: “El consejo principal es… hacer algo. Prueba cosas, deja de analizar, pensar y reflexionar, solo hazlo. Ten una inclinación a la acción. Es incluso mejor tomar más turnos al bate que esperar al turno perfecto para aumentar tus posibilidades de un gran batazo.
Las probabilidades de dar un “hit” no aumentan con el tiempo. El período de tu carrera con más “hits” también será el de más “strikes”. Así que maximizar cantidad – más turnos al bate – tendrá un resultado mucho mejor que trabajar en mejorar el promedio de bateo.”
Genera ruido, presiona el acelerador, ponte en movimiento. Hazlo.
La Suerte Descubierta.
Existen personas que tienen un instinto para descubrir “la suerte”. Estas personas han desarrollado un conocimiento crítico y un criterio que los lleva, más veces si que no, a atinarle cuando deciden aprovechar una oportunidad.
Las personas que tienen la capacidad de “descubrir la suerte”, cuando se les presenta una oportunidad son los únicos que la ven porque ellos tienen una perspectiva única. Esa perspectiva se creó por la suma de todas las experiencias, conocimiento y habilidades. A muchos otros se les puede presentar la misma oportunidad, pero fallan en verla porque no la pueden comprender y entender su significancia.
La Suerte Inteligente o tambien llamada “Construyes tu Marca y la Suerte te busca”.
El cuarto tipo de suerte no es el que buscas sino el que construyes para que te consiga. Digamos que decides dedicar tu vida y tu esfuerzo en convertirte en un gran programador de efectos especiales. Durante años trabajas más que cualquiera, te sometes a nuevas experiencias, te arriesgas con proyectos que te llevan a convertirte en una mejor versión de ti hasta el punto que se crea alrededor de ti una marca o reputación de que eres uno de los mejores de la industria.
Resulta que un día, ocurre un evento totalmente desconectado de ti: HBO decide producir una serie de TV llamada “Juego de Tronos”. En el momento que están contratando al equipo, el director pregunta, ¿Quién es el mejor programador de efectos especiales en la industria? Y dicen tu nombre.
Tu construiste tu marca, tu reputación, y la suerte te buscó a ti.
Por eso es de suma importancia que construyas tu marca personal porque al crear tu marca y tu reputación, te conviertes en un imán que atrae oportunidades directamente a tu persona.
La metafísica china tiene una particular visión de la suerte, cada una contribuye en partes iguales al resultado final.
La Suerte del Hombre.
La suerte del Hombre se refiere a nuestras acciones, pensamientos y emociones. Es el territorio del libre albedrío humano y mucho tiene que ver con nuestro destino lo que decidimos hacer o no hacer, lo que pensamos y lo que sentimos.
La Suerte de la Tierra.
La suerte de la Tierra no depende de lo que hagamos, pero en cierta medida está a nuestro alcance. Es el ámbito de la aplicación del feng shui: la idea de sacar el mejor partido posible del entorno que nos rodea. Para ponerlo en imágenes: un agricultor puede ser muy capaz y trabajador (suerte del hombre), pero el resultado que obtenga dependerá además de la tierra y del clima, estos últimos factores son la “suerte de la tierra”.
Estudiar nuestras viviendas, según su tipo energético, su orientación y las energías presentes en cada palacio o sector, es lo que determina, la suerte de la tierra.
La Suerte del Cielo.
La suerte del Cielo es el horóscopo: se refiere al tiempo, al momento de hacer las cosas. Podemos hacer la acción correcta en el lugar correcto, pero si la hacemos a destiempo, no resultará o resultará en menos de lo que esperábamos. Es algo así como el timing, el sentido de la oportunidad, esa capacidad de actuar en el momento más apropiado. El hombre inventó los calendarios justamente para tener una idea de cuál es el momento más propicio para cada acción: cuándo sembrar, cuándo esperar, cuándo cosechar. La vida actual es más compleja pero aún nos preguntamos ¿Cuándo será el mejor momento? El mejor momento para firmar un contrato, para abrir un negocio, para pedir un aumento de sueldo, para contraer matrimonio. Un horóscopo te cuenta acerca de tu suerte del Cielo a partir de tu Animal o Rama Celestial. Te anticipa qué es lo que puedes esperar del año en curso, para qué actividades será más propicio y en qué cosas tendrás que ser más paciente. No define toda tu suerte, sea ésta buena o mala, sino sólo una tercera parte de la misma.
Dicho todo esto, ahora Puedes pasar toda tu vida buscando a la “suerte”, o puedes trabajar en convertirte en uno de los mejores del mundo y la “suerte” te buscará a ti.
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